Reportaje de Boda en Albacete
Todos conocemos a alguien que se ha enamorado a primera vista, que al ver a esa persona ha sentido cosas inexplicables, sensaciones que nunca antes había experimentado.
Pues Alex y Cristina no son un claro ejemplo de ello.
Se conocieron en una feria, gracias a Alberto, hermano del novio.
Al verse, no querían saber nada el uno del otro, no se gustaron y se cayeron fatal.
Al poco tiempo volvieron a coincidir y tras unas cuantas conversaciones de Whatsapp se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro.
Una historia así, cuenta con miles de momentos que siempre podrán recordar.
Una de las historias que sabemos de la pareja es porqué se casaron, y es que mantuvieron una relación a distancia durante tres años, y Alex le dijo a Cristina:
Cuando los kilómetros que hagamos volando, lleguen a superar la distancia de aquí a la luna, entonces será el momento de casarnos.
Y así fue, después de tanto tiempo decidieron dar el paso, una boda en la Iglesia del Pilar, miles de emociones, lágrimas contenidas y sonrisas que nos desvelaban esas ganas locas de que llegase su gran momento.
Alex y su traje juvenil, adquirido en D’etiqueta.
Cristina maquillada por Julia Palacios Salon de Belleza, peinada por Serendipia, y con un vestido que quitaba el aliento de José Maria Peiró.
Todo estaba listo para el momento de verse.
Después del sí quiero, en la Finca Calabacicas estaba todo preparado para recibir a los invitados y a los recién casados, y cómo no, con un estupendo catering preparado por Copriser.
Y por supuesto, al terminar un gran banquete, empieza una fiesta increíble. Una barra libre llena de bailes, risas y diversión.
En la que los novios no dudaron en pasarlo lo mejor que pudieron, bailando con todos sus invitados y haciendo de ese día.
El día más feliz de sus vidas.